Alfarería Tradicional de Fuerteventura

¡Hola Medievales! Hoy os traigo una historia fascinante que nos transporta al Valle de Santa Inés, en la hermosa isla de Fuerteventura. Aquí, entre paisajes volcánicos y acogedoras tradiciones, ha sobrevivido hasta nuestros días un arte ancestral: la alfarería tradicional. Dejadme que os cuente sobre este maravilloso arte y mi homenaje a una mujer excepcional, conocida como Fefita, (1936-2022) por moldear el barro.

Quiero agradecer a Eugenio Monesma por sus documentales y ayudar a transmitir y mantener viva esta herencia cultural. Gracias a el descubrí el trabajo de esta artesana y la preciosa alfarería majorera.

El legado de la cerámica aborigen en Fuerteventura

Imaginaos viajar en el tiempo y encontrarnos en la época medieval, anterior a la colonización española. Los antiguos habitantes de Fuerteventura, los majoreros, utilizaban la cerámica aborigen para almacenar alimentos, cocer pan, recoger leche o almacenar agua. ¡Sí, el preciado barro era el tesoro de aquellos tiempos! Pero, ¿adivinad quiénes eran las verdaderas protagonistas de esta fascinante historia? ¡Las mujeres! Ellas eran las encargadas de elaborar las piezas de cerámica, transmitiendo así de generación en generación este precioso legado.

Fefita, la guardiana del arte del barro

En el documental encontramos a una mujer excepcional que ha llevado esta tradición a otro nivel. Josefa Acosta, más conocida como Fefita, (En su día, la artista más longeva detrás de la alfarería tradicional en el Valle de Santa Inés). Después de treinta años mimando el barro, se ha convertido en el punto de referencia de esta hermosa artesanía popular.

Imaginaos a esta mujer, ataviada con pala y criba, recogiendo las arenas en los mismos barrancos que su maestra (su suegra) en el oficio solía hacerlo.

La arena para mezclar con la arcilla no puede ser cualquiera, no puede ser de playa, ya que contiene sal que dañaría el barro tras su cocción. Debe estar limpia de conchas, trocitos de madera y cal. Josefa asegura que solo esta tierra en particular es la indicada.

»Ella ya no está con nosotros (físicamente) y este artículo es mi humilde homenaje a su persona y su obra.»

Tommy

El barro, la arena y arcilla son las materias primas esenciales en este arte. Aunque Fefita podía importarlo desde la península, ella prefería recoger y preparar el barro en los barrancos de su propia isla, siguiendo la tradición y marcando así la diferencia en la calidad de la loza tradicional majorera. Para ella, la clave de una buena obra radica en la adecuada preparación del barro.

Del barro a la obra de arte: el proceso de creación

Imaginad a esta señora en pleno proceso creativo, con las manos de barro en la masa húmeda y maleable. Es en este momento cuando comienza la verdadera magia.

Tras la previa manipulación, mezclado y amasado de la arcilla y arena se procede a crear vasijas o incluso un horno para cocer pan, veamos…

Sumerge sus manos en el agua, humedeciéndolas ligeramente para facilitar el modelado del barro. Con movimientos precisos y delicados, comienza a dar forma a la masa, transformándola en piezas que después serán únicas , exclusivas, prácticas y bellas.

Su destreza y experiencia se reflejan en cada gesto, cada presión y cada giro de sus manos. Con habilidad, calma y paciencia, la maestra utiliza diferentes herramientas tradicionales, como las palas de madera, piedra para alisar y las esponjas, para dar textura y forma a las piezas. Con mucho arte, moldea jarrones, platos, cuencos y otros recipientes, cada uno con su propio estilo y personalidad.

Una vez moldeadas, las piezas de barro deben secarse lentamente antes de pasar por el proceso de cocción.

La anciana las coloca cuidadosamente en un lugar fresco y protegido, permitiendo que el aire y el sol hagan su trabajo. Este paso es crucial, ya que un secado incorrecto puede provocar grietas y deformaciones en las piezas, se le conoce como oreado.

No será hasta el día siguiente que termine las piezas, pues el barro todavía se puede retocar, cortar formas, agregar asas…

La jornada acaba alisando la superficie con movimientos verticales para cerrar el poro y termina al día siguiente con el alisamiento horizontal, todo esto con una piedra, impresionante.

La tradición ancestral de la quema

Después del proceso de secado, llega el momento de la quema. La cerámica debe enfrentarse al fuego para adquirir su resistencia y durabilidad. Y, una vez más, Fefita sigue la tradición ancestral de Fuerteventura.

En un horno de leña construido por su familia y ella misma, la aldeana coloca con cuidado las piezas de cerámica. El fuego danza y crepita, envolviendo las piezas en su cálido abrazo. Es un momento de expectación y emoción, ya que el resultado final dependerá de la temperatura y el tiempo de cocción.

Después de varias horas, y cuando las piezas han paso a adquirir un tono claro, retira con cuidado las misma del horno, ahora transformadas por el fuego en auténticas obras de arte. Los colores terrosos y las texturas únicas dan testimonio de la pasión y el amor que Fefita y su familia han invertido en cada una de ellas.

Ver el documental »Piezas únicas de CERÁMICA ABORIGEN creadas por Fefita, experta alfarera con 30 años de experiencia.»

La alfarería tradicional en la actualidad

Hoy, la alfarería tradicional de Fuerteventura, representada magistralmente por sus artesanos, sigue siendo apreciada y valorada. Sus creaciones son demandadas por los habitantes locales y los visitantes, que buscan llevarse un pedazo auténtico de la isla.

Fefita también compartió su conocimiento y experiencia a través de talleres y clases, inspirando a nuevas generaciones a mantener viva esta hermosa tradición. Es un legado que se transmite de manos maestras a manos curiosas, asegurando que la alfarería tradicional de Fuerteventura siga siendo parte integral de la cultura y el patrimonio de la isla.

Apoya al canal realizando tus compras en Amazon a través de este enlace https://amzn.to/3otI8mw

Visita y suscríbete a Medievall en Youtube